domingo, 23 de agosto de 2009

Verónica G. Meo Laos

Yo también fui una alumna domiciliaria. Cuando tenía 5 años, me operaron dos veces de la cadera por eso tuve que empezar primer grado con maestra domiciliaria. No podía moverme y la maestra venía a mi casa y me enseñaba a leer y a escribir. Han pasado ya muchos años pero todavía recuerdo el cariño con que las dos señoritas me hicieron descubrir un mundo completamente nuevo que estaba fuera de mi casa.

Tanto tiempo había pasado de aquella vez, que pensé que ya me había olvidado. Pero no. Cuando fuimos con los profesores Edelma Abraham y Juan Verón al penal de Florencio Varela a buscar las computadoras que la Asociación María de las Cárceles nos había donado, conocí a la maestra Ana de la escuela hospitalaria del Garrahan, creadora del proyecto “Banco de Sueños” que forma parte de María de las Cárceles. Ese día conocimos la historia de dos niños que recibían sus computadoras porque estaban internados y asistían a la escuela del hospital. Fue entonces cuando todos los recuerdos reaparecieron de golpe. A partir de allí, supe que no podía permanecer indiferente, que había muchos chicos en el hospital que, como yo alguna vez, también necesitaban salir hacia afuera aunque sea, con la palabra, que es el medio más maravilloso de empujarnos a conocer otros mundos, reales o imaginarios. ¿Qué importa?

Hoy como coordinadora del Centro de Actualización e Innovación Educativa (CAIE) del Instituto Superior de Formación Docente Nº 168, de la Escuela Normal “Dr. Victoriano E. Montes” de Dolores, estoy muy feliz de poder concretar este proyecto que nos movilizará para crear lazos de amistad entre muchos chicos del país. Empezamos con los alumnos de la Escuela Normal de Dolores y del Hospital Garrahan de Buenos Aires pero confiamos en que muy pronto se sumen otras escuelas del país y, por qué no, del mundo para que podamos abrir esta red de “cuenteros”, en el auténtico sentido de la palabra, es decir, de aquellos personajes del campo “bolaceros” capaces de hacernos viajar con sus historias de aparecidos y de leyendas que, aunque sabemos de antemano que no son verdad, pero sí son auténticas; que nos encantan porque son las mismas que nos contaban nuestros abuelos.

Cuando empecé a charlar sobre este proyecto en la escuela, hubo a quienes no les interesó, pero entre las personas que sí vieron el potencial de esta propuesta y se involucraron de corazón en ella, estaba Isabel Tramontini, coordinadora del CAIE del ISFD Nº 26 de Dolores que falleció el 7 de julio de 2009, el mismo día de la reunión con la que ponemos en marcha esta idea.

Por lo que hemos decidido que Isabel Tramontini sea la madrina de VENGO A VISITARTE.


Verónica Meo Laos

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